viernes, marzo 11, 2005

El día de la mujer trepadora

En esta ocasión voy a hablar sobre el día de la mujer trabajadora, que fue hace tres jornadas. Los medios suelen aprovechar esta fecha para darnos la tabarra sobre la igualdad de la mujer en el ámbito laboral, y feministas de todo pelaje (incluso calvas) exponen su radiografía de la actualidad en esta materia.
Lo cierto es que a mi me suele dejar perplejo lo que oigo y escriben, tanta falacia me supera.
Entiendo que una mujer quiera desarrollarse en el mundo del trabajo y que pueda llegar tan alto como su valía le permita en plena igualdad con los varones. Bien es cierto que hay puestos de cierta relevancia en la empresa privada que por complicidad lleva implícito el que sea un club de hombres con quien compartir las charlas de fútbol, las putas, las comilonas y las vacaciones con las respectivas, donde las compañeras profesionales suelen estar mal vistas hasta por las propias esposas de los directivos. También existe, por el contrario, quien aprovecha la promoción interna del mete-saca para medrar.
Por otro lado muchas mujeres quieren desarrollarse como madres y como trabajadoras al mismo tiempo sin entender la cruda ley del capitalismo y la física elemental que se resume en el dicho popular "soplar y sorber no puede ser". La jornada intensiva para el cuidado de los pequeños casa muy mal con el horario laboral y las responsabilidades a tiempo completo. En pocas ocasiones se privilegia a un trabajador con esos horarios que las mujeres piden para si de manera generalizada. Es lamentable, pero los negocios no hacen malabarismos si no es a costa de terceros.
En resumen, poco se puede hacer por la igualdad de la mujer en este ámbito, e incluso las mujeres que ya están inmersas en él repiten con entusiasmo la consigna insolidaria de sus colegas masculinos que dice que cada perro se lama su pijo.
Las mujeres deberían entender que el problema de la desigualdad no es sólo de índole cultural. Si ahora está en boga decir que no existen las clases sociales porque todo el mundo puede tener un Mercedes, unos al contado y otros a plazos, resulta bastante ridículo que Isabel San Sebastián, Ana Botella o Cristina López Springsteen hagan campaña por la igualdad mientras ellas trabajan y tienen a otras mujeres cuidando los niños y limpiando la casa.
Pues bien, feliz día de la mujer trabajadora, pero a ver si ahondamos un poco más en la disciminación como problema y otro año le dedicamos el día a la mujer, negra y lesbiana, que esas si lo tienen chungo de verdad.

lunes, marzo 07, 2005

Conjugando la rosa (rosae)

La prensa rosa seria (que no sé exactamente en que se diferencia de los demás medios rosa, y amarillos) está preocupada por la anorexia que parece padecer la princesa consorte de la España monárquica, la tal Letizia, con zeta de zetapé. La pobre chica rica más que anorexia por mantener la delgada línea roja de su linaje natal parece que las está pasando putas por mantener el tipo. Pero ya saben, eso de insinuar que padece "el síndrome de las princesas" que diría aquel, vende muchos periódicos de los llamados serios. Ya puestos en tonterías antes suscribiría la hipótesis de un amigo que opina que Letizia sólo hace "una comida" al día y además de rodillas, si hay que ser malo por lo menos que tenga su gracia, ¿o no?
Para falta de gracia o directamente desgracia la del pastor que está en la cárcel porque sus ovejas pastaron libremente. Él en la cárcel y su ovejas muriéndose de hambre, literalmente. La España de Puerto Hurraco pervive en los juzgados. Me pregunto si este tipo de acontecimientos son representativos de este país tan sui generis, espero que no, como espero que no lo sea tampoco que Aznar y los teletubbies que tiene por familia estuvieran cenando ayer en Lucio y todos los comensales se levantaran a aplaudirle como si fuera "el mejor presidente que tuvo España". Hay memes tan memos que profanan hasta las tumbas de los cementerios .
Pero he de reconocer que Aznar y yo tenemos algo en común, yo hecho pestes del submundo político y social de este país y pepemari hace lo mismo en sus conferencias y entrevistas en el exterior aunque en este caso sean opiniones encontradas. No me ocurre lo mismo con su mujercita, enchufada en el Ayuntamiento de Madrid, para vergüenza de propios y extraños la tipa aparece de vez en cuando en televisión con esa mueca que quiere hacer pasar por sonrisa.

Otra que me cae gorda y esta es de verdad gorda para todo el que tenga ojos en la cara, Cristina Lépez Schilgsting de los Lépez de toda la vida y Schilgsting del Tercer Reich. Menudo cardo de tía, sus amigos han reunido nosecuantas firmas para que todos los niños estén obligados a estudiar religión católica pagada por la Administración con profesores elegidos a dedo por Rouco y sus secuaces fuera de toda legislación laboral. Y se llaman liberales, que es lo que mola desde que el punk tiene sección fija en el Corte Inglés.